Dificultades sexuales físicas del cáncer en la sexualidad masculina
Es fundamental, sean cuales sean las dificultades o problemas sexuales encontrados, identificarlos adecuadamente, abordar ideas preconcebidas y falsas creencias, tomándote el tiempo para comunicarte tanto con tu médico como con tu pareja. Si estás preocupado por un deseo de paternidad o por la preservación de tu fertilidad, debes hablar sobre ello con anticipación con tu médico antes del tratamiento.
Tu médico puede ofrecerte una referencia adicional a otro especialista (urólogo, psicólogo, sexólogo) en caso de considerarlo necesario.
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¿Qué dificultades sexuales físicas puedes experimentar durante y después del tratamiento?
A continuación se presentan algunos efectos secundarios predecibles que se pueden evaluar, y para los cuales, en la mayoría de los casos, se pueden encontrar soluciones si se brinda el asesoramiento adecuado. Algunos efectos son temporales, otros son permanentes:
- Disfunción eréctil: pueden ser temporales o permanentes después de un tratamiento. La erección puede ser parcial o completamente ausente. Las causas psicológicas y físicas están frecuentemente vinculadas y son interdependientes. Es posible alcanzar el orgasmo con una erección incompleta o sin erección. Una caída significativa en los niveles de testosterona a raíz de los diversos tratamientos para el cáncer de próstata, vejiga y recto, pueden estar en el origen de los problemas de erección. Habla con tu pareja y con tu médico, e incluso con otros especialistas (urólogo, psicólogo, sexólogo…). No tomes ningún tratamiento sin consejo y sin receta de tu médico quien, dependiendo de tu situación, te informará sobre el tratamiento más adecuado, sus ventajas e inconvenientes.
- Trastornos de la eyaculación: se pueden dar cuatro tipos de problemas en la eyaculación. Por una parte puede ocurrir demasiado pronto (eyaculación precoz o prematura), por otra producirse en la vejiga (eyaculación retrógrada) siendo el semen eliminado por la orina, también puede no producirse la eyaculación (aneyaculación), y por último que sea dolorosa. El estrés, la ansiedad, la disfunción eréctil, un largo período de abstinencia sexual o los efectos secundarios de los tratamientos, pueden ser la causa de estos trastornos. En el caso de la eyaculación precoz, habla de estas dificultades con tu pareja para encontrar juntos otras formas de brindarte satisfacción, en caso de que la relación sexual fuera demasiado corta. Habla también con tu médico, quien puede ofrecerte diferentes métodos efectivos para tratar la eyaculación precoz o derivarte a otro profesional. La eyaculación retrógrada y la aneyaculación no impiden tener relaciones sexuales, el orgasmo es posible.
- Trastornos urinarios e incontinencia: son fuente de malestar e inhibición durante las relaciones sexuales. Pueden estar ligados a un debilitamiento general, a una disminución del tono de los músculos del perineo, o presentarse tras un tratamiento que afecta a las vías urinarias. Estos trastornos suelen ser transitorios. Recuerda la importancia de vaciar la vejiga antes de tener relaciones sexuales. Tu médico puede prescribir ejercicios musculares para controlar la vejiga, o un tratamiento específico según el trastorno urinario o la forma de incontinencia.
- Fatiga: se relaciona con la enfermedad, el tratamiento y la anemia. Con frecuencia persiste después del final del tratamiento, a pesar de largas noches de sueño. Tómate el tiempo para cuidarte adaptando todas las actividades, incluida tu actividad sexual, a tus puntos fuertes.
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Dra. Mónica González Fernández, especialista en ginecología y obstetricia en la Fundació Puigvert. Master en terapia sexual y de pareja.
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