DIAGNÓSTICO
El diagnóstico de cáncer en adolescentes puede ser desafiante debido a síntomas que se confunden con cambios normales de la adolescencia. Fatiga persistente, pérdida de peso inexplicable, dolores de cabeza intensos o bultos en el cuerpo pueden ser indicadores. Consultar a un profesional de la salud es crucial para realizar pruebas y determinar los siguientes pasos.
Predisposición genética y factores externos que determinan el cáncer en la adolescencia. El ADN, el alcohol o el tabaco pueden ser factores de riesgo en la aparición de tumores cancerígenos en adolescentes.
Descubre cómo afecta el cáncer en la adolescencia. Las cifras en la investigación del cáncer revelan que los tumores en adolescentes y adultos jóvenes se consideran enfermedades raras.
Las biopsias de médula ósea ayudan a diagnosticar enfermedades de la sangre como la leucemia o el linfoma a través de un análisis de plaquetas y glóbulos blancos. Descubre cómo se realiza esta intervención y sus posibles riesgos.
Descubre todo sobre los procedimientos de análisis de la médula ósea; aspiración de médula o biopsia de tejido obtenidos de la cresta ilíaca posterior. Las pruebas de médula son imprescindibles para el diagnóstico de enfermedades de la sangre como la leucemia o el linfoma.
El cansancio, la pérdida de peso o de apetito y el dolor de cabeza o de huesos pueden ser síntomas de cáncer en adolescentes y adultos jóvenes. Pruebas radiológicas, resonancias magnéticas, biopsias, hemogramas… Descubre las pruebas más frecuentes en el diagnóstico de cáncer adolescente.
Descubre cómo se realiza una biopsia como prueba de confirmación en el diagnóstico de cáncer. La punción lumbar y el análisis de tejido son claves para la detección de tumores sólidos.
La punción lumbar es uno de los procedimientos más frecuentes en terapias como la quimioterapia intratecal o como prueba diagnóstica de enfermedades infecciosas como la meningitis o de cánceres como la leucemia, el linfoma o el sarcoma.
Descubre todo sobre la punción lumbar en la quimioterapia intratecal y la biopsia de líquido cefalorraquídeo y sus posteriores riesgos. Dolor de cabeza, fiebre, vómitos o enrojecimiento son algunos de los efectos secundarios más frecuentes tras el procedimiento.