Dificultades sexuales emocionales del cáncer en la sexualidad masculina
Es fundamental, sean cuales sean las dificultades o problemas sexuales que aparezcan, identificarlos adecuadamente, abordar ideas preconcebidas y falsas creencias, tomándote el tiempo para comunicarte tanto con tu médico como con tu pareja.
Si estás preocupado por un deseo de paternidad o por la preservación de tu fertilidad, debes hablar sobre ello con anticipación con tu médico antes del tratamiento. Tu médico puede ofrecerte una referencia adicional a otro especialista, (urólogo, psicólogo, sexólogo) en caso de considerarlo necesario.
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¿Qué dificultades sexuales emocionales pueden experimentarse durante o después del tratamiento?
A continuación se presentan algunos efectos secundarios predecibles que se pueden evaluar, y para los cuales, en la mayoría de los casos, se pueden encontrar soluciones si se brinda el asesoramiento adecuado. Algunos efectos son temporales, otros son permanentes:
- Carencia y trastornos del deseo. Las causas son varias y pueden provenir de miedos y ansiedades relacionadas con el anuncio del diagnóstico y tratamiento, el futuro, la ubicación del cáncer... Los cambios hormonales así como ciertos tratamientos farmacológicos, también pueden tener un impacto en tu libido, la cantidad de testosterona puede variar, disminuyendo por un período limitado o permanente. Dependiendo de la situación médica y de si el cáncer no es dependiente de hormonas, tu médico puede recetarte un tratamiento hormonal después de un análisis de sangre. Es común en varones temer que “ya no son eficientes sexualmente” o angustiarse por ya no poder “funcionar igual que antes” y estos pensamientos también pueden afectar el deseo. Existen profesionales cualificados que pueden dar una buena orientación al respecto.
- La modificación de la sensibilidad de las zonas erógenas. Cualquier parte de tu cuerpo puede ser considerada erógena según tu sensibilidad, si la estimulación provoca excitación sexual. La sensibilidad de estas áreas puede modificarse después de un tratamiento, o provenir de una irritación temporal de la piel o las mucosas. Primero, tómate el tiempo necesario para recuperar tu cuerpo. Junto a tu pareja podéis inventar nuevas formas de caricias y masajes que tengan en cuenta tanto tus deseos como las zonas debilitadas por los tratamientos.
- Los cambios en la imágen corporal pueden deberse a efectos secundarios de tratamientos, modificación o eliminación de una parte de tu cuerpo (aumento o pérdida de peso, pérdida de cabello, cicatrices, ostoma). Dedica tiempo a recuperar tu cuerpo, a cuidarlo, a no olvidarlo ni a olvidarte de ti. En función de cada situación se adaptan las respuestas (maquillaje, reconstrucción, colocación de prótesis, ropa interior, actividad física).
El dolor, que pone freno al deseo y a la sexualidad, puede afectar a todas las localizaciones del cáncer y ser consecuencia de los efectos secundarios del tratamiento.
Las sensaciones dolorosas pueden aparecer durante o fuera de la relación sexual, especialmente durante la eyaculación y ser una fuente de interferencia con la líbido o con cualquier intento de tener una relación sexual. En este caso, es posible tener relaciones sexuales suaves sin eyaculación. Debes evitar los movimientos bruscos para no comprometer la cicatrización en caso de operación.
De igual forma, dependiendo de la cirugía realizada, debes respetar un tiempo de recuperación. Ciertas posiciones durante el coito pueden mejorar tu comodidad, así como el uso de un lubricante recetado por tu médico. Ante la aparición de cualquier tipo de dificultad sexual después de un proceso oncológico es importante acudir a consultar sobretodo si esta genera malestar emocional o se alarga mucho en el tiempo.
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Dra. Mónica González especialista en ginecología y obstetricia en la Fundació Puigvert. Master en terapia sexual y de pareja.
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