El cáncer y la sexualidad femenina
Los tratamientos oncológicos podrían afectar la vida sexual de las mujeres que se someten a estas terapias y sus parejas. Es por ello por lo que es fundamental identificar estas dificultades sexuales para poder abordarlas correctamente y realizar la consulta con el especialista. Es importante contar con información veraz sobre el tema y tener una correcta comunicación con el profesional sanitario y con tu pareja.
Hay que aprender a distinguir entre dificultad sexual y dificultad emocional. Es común entre mujeres temer que “ya no eres deseable y que te puedan abandonar”. Poder hablar de ello con tu pareja, a veces con la ayuda de un experto, te permite recuperar la confianza en ti misma y recrear un ambiente propicio para la intimidad y las relaciones sexuales.
¿Qué dificultades sexuales físicas pueden experimentar las mujeres durante o después del tratamiento oncológico?
Algunas de las dificultades que pueden experimentar las mujeres como consecuencia de los tratamientos oncológicos son:
- Sequedad vaginal e irritación de mucosas La sequedad vaginal también puede provenir de una disminución del deseo. El uso de un lubricante recetado por tu médico permite resolver fácilmente esta dificultad, sin olvidar que los juegos sexuales previos han de tener la duración y la calidad necesarias.
- Pérdida de elasticidad de la vagina Por un lado, se ha de esperar a la curación y, por el otro, reanudar las relaciones sexuales regulares de forma gradual. Tal vez se necesiten adoptar nuevas posiciones más cómodas o incluso usando un dilatador que actúe de forma preventiva.
- Infecciones vaginales Se deben a cambios hormonales, quimioterapia o radioterapia que provocan un desequilibrio en la flora vaginal. Los consejos de higiene, el uso de braguitas de algodón y un tratamiento médico adecuado para ti y para tu pareja pueden solucionar este problema.
- Trastornos urinarios e incontinencia Son fuente de malestar o inhibición durante las relaciones sexuales. Suelen ser transitorios. Pueden estar ligados a un debilitamiento general, a una disminución del tono de los músculos del perineo, o presentarse tras un tratamiento que afecte a las vías urinarias. Recuerda la importancia de vaciar la vejiga antes de tener relaciones sexuales. Tu médico puede prescribirte ejercicios de los músculos del perineo para controlar la vejiga, los cuales tienen la ventaja de mejorar las sensaciones sexuales. Además, dependiendo del tipo de incontinencia, te puede recetar un tratamiento específico.
- Fatiga Se relaciona con la enfermedad, el tratamiento y la anemia. Con frecuencia persiste después del final del tratamiento, a pesar de largas noches de sueño.
Tómate el tiempo para cuidarte adaptando todas las actividades, incluida tu actividad sexual, a tu rutina. También, debes tener en cuenta:
- Cada mujer es diferente, única y requiere una atención especial para replantearse su vida sexual después del cáncer. ¡No te compares con nadie!
- El diálogo con tu pareja es muy importante. Si te resulta difícil hablarlo, puedes escribirle. El objetivo es comunicarle cómo te sientes y qué te preocupa de la sexualidad. ¡Anima a la otra persona a que haga lo mismo!
- Mantén el diálogo y la comunicación con tu pareja. Di lo que necesitas, quieres y te gusta; también lo que te incomoda y lo que no te gusta.
- Deja volar tu imaginación y haz cosas diferentes con tu pareja. Existe la satisfacción sexual más allá de la penetración.
- Si estás preocupada por el deseo de embarazo o por la preservación de tu fertilidad, discútelo con tu médico antes del tratamiento. Él/ella te podrá ayudar con estas dudas.
- Sigue las recomendaciones de los profesionales sanitarios expertos.
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