Beneficios del ejercicio físico en pacientes oncológicos
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Beneficios del ejercicio físico sobre el cáncer
En la última década se ha incrementado el interés por conocer el efecto del ejercicio físico en pacientes con cáncer o en supervivientes de cáncer, ya que estos últimos, aunque hayan superado la enfermedad, padecen los efectos secundarios de los tratamientos a los que han sido sometidos (cirugía, radioterapia, quimioterapia, hormonoterapia, inmunoterapia o terapia con anticuerpos monoclonales).
Dependiendo del tipo de tumor o la localización, las manifestaciones clínicas son diferentes, pero la mayoría de ellos provocan de forma habitual fatiga crónica, cambios en la composición corporal, descenso de la capacidad física, atrofia muscular y dolor.
Beneficios del ejercicio físico para pacientes
Cada vez hay más evidencias de que el ejercicio físico y la actividad física son herramientas seguras y eficaces para prevenir algunos tipos de cáncer y para combatir estos síntomas y estos efectos secundarios.
En cuanto a los principales beneficios fisiológicos y físicos se encuentran:
- Reducción de la astenia o fatiga crónica, siendo el problema más importante en la mayoría de los pacientes con cáncer con y sin tratamiento, mejorando los trastornos del sueño y aumentando la calidad de vida.
- Aumento de la capacidad funcional; ya que aumenta la fuerza muscular, la flexibilidad y el volumen de oxígeno máximo, revirtiendo este en la capacidad cardiorespiratoria.
- Mejora de la composición corporal, aumentando la masa muscular y disminuyendo la masa grasa, reduciendo así, la incidencia de padecer enfermedades cardiovasculares o metabólicas como la diabetes tipo II.
- Influencia positiva en los procesos celulares y en el crecimiento tumoral, ya que aumenta la vascularización, mejorando la perfusión y oxigenación del tumor, haciendo que este sea menos agresivo y con mejor pronóstico. Esto podría mejorar la administración de quimioterapias citotóxicas para la eliminación de células cancerígenas.
Beneficios para la salud mental
El ejercicio y la actividad física no solo producen beneficios físicos, sino también psicológicos como:
- Reduce la ansiedad, disminuyendo tanto las manifestaciones mentales (preocupación, miedo, disminución de la concentración y de la memoria...) como somáticas (palpitaciones, tensión y dolor muscular, sudoración, alteración del ritmo cardíaco, sequedad de la boca...).
- Mejora del estado depresivo leve o moderado, ya que estimula la producción de proteínas que reparan las neuronas, regula los niveles de serotonina (fundamental en la regulación de los estados de ánimo) y otros neurotrasmisores, aumenta el flujo sanguíneo y estimula la liberación de endorfinas.
- Aumenta la autoestima, debido a la mejora de la composición corporal y de la forma física, generando una mejor percepción de la imagen corporal y del estado anímico.
- Mejora el sentimiento de autoeficacia, ya que el aumento de la capacidad física facilita las actividades de la vida diaria.
- Mejora el bienestar emocional al mejorar la vida sexual, y favorecer las interacciones sociales en el ejercicio físico grupal. Esto ayuda a los pacientes a compartir sus miedos, inquietudes y síntomas comunes, libremente con otros pacientes.
Para obtener estos beneficios, es necesario el trabajo integrador de educadores físico-deportivos (especialistas en ejercicio oncológico), fisioterapeutas, oncólogos, cardiólogos, psicólogos y nutricionistas.
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Grupo VEnCE (Vive, Entrena, Cáncer Enfrenta), perteneciente a la Fundación UE (Universidad Europea).
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